Cuando entras por primera vez en el instituto y vives tu primer día de San Valentín, una ilusión llega a tu interior y, en la mayoría de las ocasiones, esperas que llegue el día que te toque a ti vivir la experiencia de vender tarjetas, prepararlo todo, distribuir los claveles por las clases... Pero todo esto, que parece muy bonito e interesante (no digo que no lo sea), requiere mucho trabajo y esfuerzo de las personas encargadas de llevar a cabo esta actividad.
Con la experiencia vivida por alguno de los alumnos de 1º de bachillerato de este curso, os queremos acercar más a una tarea un tanto trabajosa pero bonita a la misma par.
Todo comienza con una primera reunión, de una comisión de cada curso, con Juana Gil, profesora de Iniciación Profesional. Esta primera convocatoria está destinada sobre todo a empezar a acordar la forma de realizar el trabajo y elaborar una serie de pautas, como son el modo de distribuir las tarjetas u organizar los claveles, que vamos a seguir para que todo sea más fácil y evitar errores o confusiones indeseadas.
Con la experiencia vivida por alguno de los alumnos de 1º de bachillerato de este curso, os queremos acercar más a una tarea un tanto trabajosa pero bonita a la misma par.
Todo comienza con una primera reunión, de una comisión de cada curso, con Juana Gil, profesora de Iniciación Profesional. Esta primera convocatoria está destinada sobre todo a empezar a acordar la forma de realizar el trabajo y elaborar una serie de pautas, como son el modo de distribuir las tarjetas u organizar los claveles, que vamos a seguir para que todo sea más fácil y evitar errores o confusiones indeseadas.
A partir de ahí la comisión de alumnos se pone en funcionamiento y cada uno se dedica a una tarea específica, aunque lo realmente trabajoso se produce en la última semana. Desde el lunes de ésta nos dedicamos a empapelar las paredes y clases del centro con carteles referentes al día de San Valentín a la misma vez que explicamos cómo se va a producir la venta de los ansiados claveles.
La tarde anterior es la más trabajosa, la más dura pero, a su vez, la más bonita de todo el trabajo. Los alumnos deben quedarse en el centro tras las clases para comenzar con la tarea de separar las tarjetas por cursos y grupos, otros se dedican a ponerles sus respectivos lazos y a atarlas a cada uno de los claveles.
Y llega el día 14. Llega el momento que todo el mundo lleva esperando durante toda la semana, la entrega de los claveles. Los alumnos de la comisión se reparten los cursos y comienzan a repartirlos de clase en clase. Los comentarios empiezan entre los alumnos y los profesores, los agradecimientos, los cotilleos, las risas... son los protagonistas de estos momentos.
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