La llama de la polémica

El pasado veinticuatro de marzo, en la antigua Olimpia se encendió la llama olímpica que llegaría a Pekín pasando por diversos lugares del mundo. Todo iba bien hasta llegar a Londres donde se generalizaron las primeras protestas contra los juegos olímpicos de Pekín. Más tarde, en Francia y San Francisco donde el recorrido no ha podido efectuarse debido a las muchas protestas. Estas son debidas a la realización de los juegos olímpicos en China. ¿Por qué se protesta esta decisión siendo en China y no en otro lugar del mundo?. Esto se remonta al año 1950 cuando China ocupa el Tibet por las influencias que tenía la religión budista. A partir de ese año en el Tibet se han violado muchos de los derechos humanos de forma salvaje teniendo a los monjes tibetanos como principales protestantes. Este movimiento es llamado revolución del azafrán por el color de las túnicas de estas personas. Un ejemplo de violación de derechos humanos es la falta de libertad de expresión en el Tibet. Los periodistas no pueden acceder al Tibet y las autoridades chinas castigan con penas durísimas a quienes informan sin autorización.

¿Por qué las grandes potencias occidentales no hacen nada para remediar esta violación de los derechos humanos?. Por una simple razón, las potencias occidentales están fuertemete relacionadas con la economía de China y su protesta podría tener consecuencias económicas importantes.Y, ya se sabe, entre derechos humanos y economía la segunda gana por goleada.

Por eso ante esta situación se llegó a plantear la no salida de la antorcha del país anfitrión, que no llegó a suceder, y un posible reajuste de su recorrido. Además el gobierno chino amenaza con fuertes castigos a los que intenten perturbar el desarrollo del evento, lo cual crea más polémica.

A estas alturas muchos nos preguntamos por qué se concedieron a China estos juegos olímpicos a pesar del atropello sistemático que de los derechos humanos se realiza en ese país. Estaba cantado que esto iba a afectar al desarrollo de los juegos.

Ya no hay vuelta atrás y los periodistas tendrán que dar información, y aora la gran pregunta ¿se sentirán seguros ante lo producido?¿podrán dar la informacón libremente o estará limitada? y lo mas importante ¿podrá la gente disfrutar de la competición que es lo que de verda importa?