lunes, 2 de junio de 2008

Entrevista a Pablo Macías

Hace unas semanas, el I.E.S. Albero celebró la I Semana de las Letras. Uno de los máximos colaboradores en la realización de actividades, concursos... fue Pablo Macías, profesor de Lengua Castellana y Literatura. Mecos en el Albero ha tenido la oportunidad de hablar con él acerca de lo vivido a lo largo de la semana.


¿Podría hacerme un breve resumen de la experiencia vivida a lo largo de la semana de las letras?

La I Semana de las Letras ha supuesto la constatación de varias intuiciones:
1) El trabajo individual genera trabajo colectivo; 2) La ilusión individual genera ilusión colectiva; 3) El capital humano que existe en nuestro instituto es excepcional; 4) Es falsa la abulia de los alumnos; 5) La ilusión puesta en un proyecto se transmite multilateralmente; y, finalmente, 6) Trabajar cansa y, trabajar mucho cansa mucho.

¿De quién surge la idea de dedicar una semana a las letras? ¿Fue apoyada desde el principio?

En el I.E.S. Albero, desde hace unos años, se han celebrado semanas temáticas. Creo que la primera semana celebrada fue la Semana de las Ciencias -por entonces aún no estaba trabajando yo aquí-. El año pasado se celebró la Semana de la Historia. Y este año era obligada una Semana de las Letras. Imagino que estas maldades se le ocurren a Juan Antonio Muñoz, nuestro Vicedirector, pues, cuando el diablo no sabe qué hacer, con el rabo mata moscas. Centrándonos ya en esta Semana de las Letras, la coordinación ha correspondido a la Jefa del Departamento de Lengua Castellana y Literatura, Alicia Tirado. Su labor como coordinadora es digna de elogio, al igual que el trabajo y el entusiasmo del resto de componentes del Departamento y de un gran número de profesores de otras áreas que también han colaborado. Con todo esto que estoy contando, comprenderás que, en efecto, la Semana de las Letras no sólo ha sido apoyada desde el principio, sino fomentada y deseada.

Ya veo ya. Yo por el contrario pensaba, no se por qué, que sólo había sido trabajo de unos cuantos...

No, qué va. En toda actividad comunitaria hay un trabajo de fondo, es necesaria gente que no aparece, que no consta, pero que resulta imprescindible para el éxito de cualquier actividad.
Así, al menos, ha sido en esta Semana.

¿Cómo calificaría la aceptación que ésta ha tenido entre profesores y alumnos?

Quizás ahí haya radicado, desde mi punto de vista, el éxito de la Semana de las Letras. Quiero decir que es relativamente fácil hacer, en este tipo de semanas temáticas, un ejercicio de "onanismo académico" o, si lo prefieres, de "autocontemplación". En efecto, en el instituto hay muchísima gente que sabe muchísimo de Lengua, de Literatura..., así que habría sido muy fácil para cualquiera preparar su clase magistral, su charlita sobre tal o cual tema y cubrir el expediente. Sí, podríamos haber hecho esto y aplaudirnos por ello. Pero el verdadero mérito de nuestra Semana de las Letras ha sido que todas las actividades tenían como núcleo central, como leit motiv la participación y la implicación del alumnado. Sin esto, para mí, (y es algo que tenía muy claro incluso antes de empezar a idear actividades para la Semana de las Letras), sin esto, digo, no tenía sentido organizar nada. Afortunadamente, como te comentaba en la primera pregunta, la ilusión genera ilusión, al igual que el trabajo, y la respuesta de los alumnos ha sido apabullante. Con ella, todos vosotros habéis demostrado que estos actos sirven, y que tenéis ganar de comprometeros y participar. Te aseguro que ésa es la única justificación de nuestro trabajo.

Supongo que habrá sucedido algo no sé, un hecho, un suceso, una anécdota curiosa... que le haya llamado la atención, ¿podría decirme alguna?

Sí, claro, hay varias. Me entusiasmó el apoyo del grupo de 4º E.S.O. B a su grupo durante el Concurso de conocimientos literarios. ¡Hacían hasta la ola! Tanto ellos como el resto de grupos participantes le dieron una emoción que ni de lejos había pensado yo que pudiera tener. También en el Concurso, recuerdo que precisamente en la clase de 1º Bach. B, Leonor, integrante del grupo, faltó el día del concurso por encontrarse enferma, y ni te imaginas las miradas de sus compañeros los días siguientes. ¡La pobre Leo, no se le puede ni recordar aquello!Recuerdo también el ganador de secundaria de la Quiniela Literaria, un chaval de 1º E.S.O., no se lo podrá creer.


¿Se ha quedado con las ganas de realizar alguna actividad o algo que tuviera pensado introducir dentro de los actos que se han celebrado?

Sí, en realidad, sí. Hay una actividad de escritura comunitaria que planeamos para todo el instituto pero que por un fallo en la conexión a internet de los ordenadores no se pudo desarrollar como estaba planteada inicialmente. Pero, qué se le va a hacer, no mandamos a nuestros barcos a luchar contra los elementos.

¿Qué diría que ha sido lo más positivo y lo más negativo de la experiencia (si es que lo ha habido)?

Dos cosas entre lo más positivo: el grado de participación y disfrute de los alumnos, y el clima de trabajo y compañerismo desarrollado entre los profesores. Recuerdo cómo nos alegramos cuando pusimos la quiniela literaria en el pasillo y, en el primer recreo, estaban todos los alumnos abarrotando en el pasillo, leyendo los textos y rellenando sus boletos. Fue muy emocionante. Sinceramente no encuentro nada negativo.

¿Estaría dispuesto a repetir?

jajaja. Casi me aterra pensar eso, dormí cinco horas en los últimos dos días preparando actividades. Sí, claro que repetiría. Primero, por una cuestión de implicación personal: me interesan este tipo de actividades como parte de mi trabajo docente; pero, además, repetiría con todos los que han colaborado ya que ha sido un placer compartir esfuerzo e ilusión con ellos. Un verdadero honor y un aprendizaje sin paliativos. Eso me lo guardo en mi mochilita de recuerdos y formación.

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